1. El Corazón de Atlántida.

«Cuando el tiempo es una espiral y el alma es el código, todo reencuentro es solo el eco de lo eterno.»
El Gran Cristal de Atlántida había resonado con su máxima potencia. La energía liberada por Eryon e Isria había despertado a aquellos preparados para trascender, pero también había llamado la atención de fuerzas que no querían que la humanidad recordara su verdadero poder.
Desde las profundidades del océano, corrientes de energía oscura comenzaron a manifestarse. No eran simplemente fuerzas destructivas, sino vibraciones de olvido, códigos diseñados para desconectar a los atlantes de su esencia divina. El equilibrio de la ciudad estaba en peligro.
Isria observó los símbolos en el aire; cada patrón geométrico revelaba una advertencia.
—Vienen por el cristal, por la memoria —susurró.
Eryon asintió con serenidad.
—Pero el conocimiento no puede ser destruido, solo ocultado. Debemos codificarlo en la matriz universal antes de que sea tarde.