El Legado de Egipto – Un cuento que puede que no sea un cuento

El Legado en Egipto - Un cuento que puede que no sea un cuento

El legado en Egipto

«Las arenas del tiempo no borran lo eterno, solo lo esconden hasta que el alma está lista para recordar.»

El sol dorado de Egipto ascendía sobre el horizonte, reflejando su luz sobre las tranquilas aguas del Nilo. Los templos emergían como espejismos sagrados entre la bruma del desierto, guardando en su interior secretos antiguos, susurros de una era olvidada: la Atlántida .

Aunque su civilización original se había hundido bajo las olas, el conocimiento de Isria y Eryon no se perdió . Había sido salvaguardado, disperso como fragmentos de luz en las mentes de los sobrevivientes, codificado en símbolos, sonidos y visiones que solo podrían ser comprendidos cuando las almas estuvieran listas para recordarlo.

En esta vida, Isria y Eryon renacieron como guardianes del Templo de Thoth , corazón de la sabiduría egipcia.

Desde niños, ambos mostraron hechos extraordinarios: sensibilidad a la energía, memoria espontánea de símbolos desconocidos, y una afinidad natural con los textos sagrados. Aunque el recuerdo consciente de su vida atlante aún dormía en sus mentes, sus cuerpos, sus almas, lo sabían todo.

Isria se convirtió en una de las escribas más respetadas del templo. Su mano danzaba sobre los papiros con una fluidez que parecía dictada por una fuente invisible. Cada trazo despertaba un estremecimiento profundo en su alma. Sabía que no estaba inventando, sino recordando.

Los jeroglíficos que escribían no eran meros caracteres , sino llaves vibracionales, fragmentos de un código ancestral que contenía el mapa de la conciencia.

Eryon, por su parte, era un maestro intuitivo de la geometría sagrada. Fascinado por las proporciones de las pirámides, los obeliscos y la orientación de los templos, sentía que cada construcción canalizaba energía directamente desde las estrellas. Sabía que las formas tenían poder, y que las estructuras egipcias eran más que monumentos: eran tecnología espiritual .

Pero esta encarnación era distinta. La densidad de la Tierra se envióLa oscuridad crecíaSe sintió más pesado, más denso que en Atlántida. El velo entre dimensiones era horrible, y la humanidad comenzaba a hundirse en el olvido. La oscuridad crecía lentamente , y cada acto de recuerdo era una lucha contra el letargo del olvido colectivo.

Una noche, mientras estudiaban juntos los textos del templo, Isria encontró una inscripción tallada en una piedra antigua. Su mirada se detuvo en un símbolo que le estremeció el alma: una espiral dentro de un triángulo , rodeada de líneas ondulantes que evocaban el movimiento del agua. Su pulso se aceleró.

—Eryon… este símbolo… es de Atlántida .

Él se acercó y tocó la piedra. Al instante, una oleada de imágenes inundó su mente: templos de cristal, vibraciones luminosas, y un momento sagrado ante un gran cristal central… lo recordaba todo .

—Ya hemos estado aquí antes —susurró Eryon, con los ojos cerrados, una lágrima surcando su mejilla—. Vinimos a continuar lo que empezamos.

Desde ese día, se dedicaron con fervor a su misión: preservar el conocimiento atlante dentro de la magia egipcia. Trabajaron con geometría, sonido, astrología y símbolos, integrando la antigua sabiduría en cada construcción, en cada rito, en cada inscripción.

Pero el mundo estaba cambiando. La densidad se intensificaba. La luz espiritual comenzaba a eclipsarse. Sabían que Egipto no sería el último refugio del saber.

En su última noche juntos, bajo un cielo profundamente estrellado que parecía hablarles en códigos silenciosos, se tomaron de las manos. Las lágrimas no eran de tristeza, sino de profunda comprensión.

—Nos volveremos a encontrar —dijo Isria, con la certeza de quien ha vivido más allá del tiempo.

—Siempre lo hacemos —respondió Eryon, con una sonrisa de amor eterno.

Y así, se despidieron con la promesa vibrante de regresar , de continuar su misión cuando el mundo estuviera listo para despertar nuevamente.

Las aguas del Nilo siguieron fluyendo. Los templos permanecieron de pie, cargando en sus muros los ecos del conocimiento perdido.

Y sus almas… sus almas siguieron viajando , siguiendo el llamado del espíritu, hacia su próximo reencuentro, entre las montañas sagradas del Himalaya.

Pilar @serevolucion5d

ÍNDICE – El Código de las Almas en Atlántida

1️⃣ Prólogo: El Legado de un Amor Eterno
Introducción a la historia de Isria y Eryon, llamas gemelas que han viajado a través de múltiples vidas con un propósito: anclar la vibración del amor y la conciencia en la Tierra.

2️⃣ El Corazón de Atlántida 
La vida original en Atlántida. Isria y Eryon activan el Gran Cristal antes del hundimiento de la civilización, asegurando que su conocimiento perdure más allá del tiempo.

3️⃣ – El Legado en Egipto
 Reencarnan como guardianes del Templo de Thoth. Graban en jeroglíficos la sabiduría atlante y se preparan para la próxima etapa.

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